La Sociedad Civil es un concepto que refiere a todos aquellos individuos con el título de ciudadanos de una sociedad determinada que actúan de manera colectiva, con el objetivo de tomar decisiones en lo concerniente al ámbito público, por fuera de cualquier tipo de estructura gubernamental.
Según los agudos observadores de la realidad social y política, sin la existencia de este tipo de sociedad será prácticamente inviable la forma de gobierno democrática, la sociedad civil es inherente e indispensable para que haya y se mantenga la democracia.
La sociedad civil se encuentra conformada por dos elementos principales, por un lado, el conjunto de instituciones que manifiestan y defienden los derechos sociales, políticos e individuales y que son las que ejercen la función de propiciar su libre asociación y posibilitar su defensa en caso de necesitarlo, ya sea del estado, del mercado, en fin, de quien lo necesite.
Y el otro elemento constitutivo son el conjunto de los movimientos sociales que constantemente se encuentran planteando y proponiendo valores, demandas, derechos y ejercen además una función de contralor respecto del cumplimiento de todos aquellos derechos otorgados.
Sin lugar a dudas, el autor que por excelencia se presenta como el primer gran filósofo moderno que conceptualizó de manera compleja el término sociedad civil es el alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831). La “ruptura específicamente moderna” que desarrolla Hegel, en relación con otros autores que también habían planteado y trabajado sobre el tema, refiere a tres rasgos esencialmente modernos que puntualizó a lo largo de la Filosofía del derecho.
El espacio público, por su continuidad con la vida privada, estructura la sociedad civil como un ámbito propio y queda constituida por: “esa trama asociativa no-estatal y no-económica, de base voluntaria, que ancla las estructuras comunicativas del espacio de la opinión pública en la componente del mundo de la vida, que –junto con la cultura y con la personalidad- es la sociedad.”8
La sociedad civil en Habermas, se compone de las asociaciones y organizaciones voluntarias, no estatales y no económicas, que surgen de forma más o menos espontánea, y que arraigan las estructuras comunicativas de la opinión pública en el mundo de la vida, ya que recogen las resonancias de los problemas en los ámbitos de la vida privada y elevándoles la voz, los transmiten al espacio de la opinión pública política. Son ciudadanos organizados, que desde la vida privada, buscan interpretaciones públicas para sus intereses y que influyen en la formación institucionalizada de la opinión y la voluntad políticas.
Como ha señalado Adela Cortina al analizar el "contenido" del concepto habermasiano de sociedad civil, Habermas está con esta definición, excluyendo de la sociedad civil, tanto el poder político como el poder económico, oponiéndose a aquellos que identifican sociedad civil y mercado10. Cortina ha sugerido que el concepto busca ser un equivalente actual para la categoría del proletariado, que en la tradición marxista, se concibe como una clase que lucha por los intereses de la humanidad y no por intereses particularistas. Habermas sigue el enfoque kantiano, al plantear que la sociedad civil está muy ligada a la dimensión de la opinión pública. En Kant, esta esfera pública está preocupada por la res pública o lo que todos podrían querer y hace de conciencia moral del poder político. La sociedad civil es el sustrato de un espacio público que es creado comunicativamente en el diálogo de quienes defienden intereses universalizables.
La sociedad civil en Habermas, se compone de las asociaciones y organizaciones voluntarias, no estatales y no económicas, que surgen de forma más o menos espontánea, y que arraigan las estructuras comunicativas de la opinión pública en el mundo de la vida, ya que recogen las resonancias de los problemas en los ámbitos de la vida privada y elevándoles la voz, los transmiten al espacio de la opinión pública política. Son ciudadanos organizados, que desde la vida privada, buscan interpretaciones públicas para sus intereses y que influyen en la formación institucionalizada de la opinión y la voluntad políticas.
Como ha señalado Adela Cortina al analizar el "contenido" del concepto habermasiano de sociedad civil, Habermas está con esta definición, excluyendo de la sociedad civil, tanto el poder político como el poder económico, oponiéndose a aquellos que identifican sociedad civil y mercado10. Cortina ha sugerido que el concepto busca ser un equivalente actual para la categoría del proletariado, que en la tradición marxista, se concibe como una clase que lucha por los intereses de la humanidad y no por intereses particularistas. Habermas sigue el enfoque kantiano, al plantear que la sociedad civil está muy ligada a la dimensión de la opinión pública. En Kant, esta esfera pública está preocupada por la res pública o lo que todos podrían querer y hace de conciencia moral del poder político. La sociedad civil es el sustrato de un espacio público que es creado comunicativamente en el diálogo de quienes defienden intereses universalizables.
BIBLIOGRAFIA
- http://www.mininterior.gov.ar/asuntos_politicos_y_alectorales/incap/clases/Paper_Biglieri.pdf
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